Ni tan secretas confesiones
04 enero, 2007
Mi primera vez..
Cuando alguna me imagine mi primera vez nunca se me paso por la mente algo mas que un dolor, un dolor que no solo iba a ser físico, sino un dolor espiritual, por que es verdad que ese momento marca la vida de una mujer para siempre, ese "hombre", en realidad un niño, me lo dijo, con una sabiduría que no era propia de su edad ni de él, me dijo que no me olvidara de esa tarde y que no me esforzara tanto en hacerlo por que en realidad siempre, pero siempre lo iba a recordar y para que me quedara mas claro recuerdo que arrancó la tapa de un cuaderno y dejo estampado a su estilo lo que vivimos ese día. Lamentablemente tenía razón, no se cuanto me dure acordarme de el cuando alguien salga con el temita de la primera ves ( en esta oportunidad fui yo misma) espero que algún día ni me acuerde, es que si yo hubiese podido ver lo que iba a tener que enfrentar en futuro... jamás hubiese estado con él.
No se trata de que ahora me arrepienta por que nuestra relación no resulto, por que resulto ser un puto con mayúscula, sino que el tiempo fue pasando y me dio a entender que de verdad se necesita tener una claridad mental, una madurez para enfrentar ese paso, un dejar atrás trancas si es que se tienen, por que de lo contrario uno las va arrastrando con el tiempo, con otras experiencias, con otros hombres y se van acumulando y estalla.
El tiempo además de aquello, me enseño que hay un sin fin de hombres maravillosos, de los cuales uno tiene que elegir con total calma, es por eso que esa mezcla de inmadurez y de hombre no indicado hacen que me arrepienta de mi primera vez.
Para mi propio consuelo un día, con un hombre nació una hermosa relación, en el momento perfecto, tal vez no con la cuota de madurez que se estima como óptima, pero si con un tipo que era el óptimo, que si tenia claridad de su persona y de nosotros y que entendía mi error y que supo hacerme crecer como mujer, como persona y es con él con quien digo hoy que perdí completamente mi virginidad, física, psicológica, emocial, espiritual.
El que vale no es el primero que estuvo en ti, el que vale es el que estuvo contigo, es tu primer hombre, hombre con mayúscula.
zoraida
