Ni tan secretas confesiones

Existen muchas formas de tener sexo, pero el número se reduce cuando se trata de hacer el amor.

La distinción puede ser tan banal como aquella que hacemos entre nosotras, que si es lindo o rico, que si es amigo o conocido. Pues bien, cuando tenemos sexo, ¿siempre es una demostración de amor?, no se, pero creo que hay veces en que el amor esta demás, en que la frase: “te amo”, te puede cagar un orgasmo y la relación, porque no estas interesada en decir yo también, no porque no lo sientas, sino que porque lo que te sale del alma es decir: métemelo fuerte.

¿Cuántas demostraciones de amor pueden haber en una relación sexual?... dicen que la esencia de la mujer esta en dar y no en recibir. Será por eso que a veces uno se “sacrifica” y termina haciendo cosas con las que puede no estar muy de acuerdo, pero que uno cede porque hay que ser dama en la sociedad y una puta en la cama, me enseñó mi no santa madre.

Por ejemplo, que mejor demostración de amor que practicar sexo oral a la pareja, no precisamente porque uno tengas ganas, sino que porque las circunstancias no permiten esa metida de pene, como cuando uno anda con la menstruación o por otra causa y más aún, permitir que el personaje elimine sus fluidos en nuestra boca porque sino: “no se siente tan rico”.

Además está el hecho de que la mayoría de las veces, sino todas, las mujeres nos resistimos a que nos practiquen el sexo oral pues, claramente es más invasivo para nosotras que para ellos, en resumidas cuentas, a nosotras nos cuesta menos llegar a su pene que ellos a nuestro clítoris.

Tal vez será que la anatomía de nuestros órganos sexuales es indicativa de que el que llegue hasta ahí, será el indicado o al menos el que se haya esforzado. No sé si el que nos quiera o nos ame, pero sí el que haya sido capaz de hacernos sentir mujer y deseada. Aquel que se haya dado el trabajo de calentarnos un poco, porque las mujeres no andamos con el piloto automático encendido, bueno, los hombres tampoco, pero eso… no se les nota.

Gala