Ni tan secretas confesiones

Es frecuente que las mujeres hablen de las experiencias sexuales coitales, o sea de como fue el orgasmo que tuvo o que no tuvo mientras el pene de la pareja se meneaba dentro de uno. Pero no es frecuente que hablen de las otras formas de placer: de las cosquillas que se sienten (incluso con ropa) cuando uno esta entre que dice que sí y que no, del placer prodigado por una lengua masculina que acaricia nuestras zonas intimas o por unos dedos suficientemente bien entrenados para que logren reemplazar al miembro masculino en la búsqueda del placer, y por supuesto, de cómo las mujeres podemos alcanzar un orgasmo en ausencia de un hombre mediante la propia masturbación.

Recuerdo haber escuchado a una amiga decir que ella no era lesbiana, por eso no se masturbaba, desde entonces que la palabra masturbación femenina no ha salido de mi boca. Era obvio recibir una respuesta así pues, me parece que está demasiado vulgarizada la imagen que se tiene al respecto: ¿¿una mujer desnuda acariciándose todo el cuerpo y reemplazando el pene por una zanahoria o algo similar?? La cuestión es mucho más simple y menos chabacana.

No faltará el hombre neanderthal que diga que las mujeres se masturban porque no tienen pareja o que si la tienen es porque esta no les da placer, pero bueno, hay libertad de expresión y sólo me queda por decirles que una mujer que se masturba es más fácil complacerla en la cama pues ya conoce el clímax y cómo llegar a él.

Me parece que si bien las mujeres hemos avanzado en orden a abrirnos sobre nuestra sexualidad, este es todavía un tema tabú para nosotras. Mientras sea un tema de conversación tabú y no una forma de placer inexplorada por vergüenza está todo bien.

Gala